Proteger la biodiversidad del Pirineo y conservar las especies en peligro es una de las misiones más importantes de Lacuniacha, el Parque Faunístico del Pirineo. Situado en Piedrafita de Jaca, este espacio natural combina conservación, educación y divulgación científica para garantizar el bienestar de animales que han sufrido la pérdida de su hábitat o que pertenecen a especies amenazadas. En un mundo donde la desaparición de fauna silvestre avanza a gran velocidad, Lacuniacha se ha convertido en un refugio para la vida y en un ejemplo de cómo el ser humano puede ser parte activa en la solución.
Cada visita al parque es mucho más que un paseo entre animales. Es una oportunidad para conocer de cerca el trabajo que se realiza en materia de protección, rehabilitación y sensibilización ambiental, pilares fundamentales de la labor de conservación que define el espíritu de Lacuniacha.
Un refugio para animales rescatados y especies vulnerables
En Lacuniacha habitan actualmente 15 especies que viven o vivieron en el Pirineo, muchas de ellas en peligro o con poblaciones reducidas. Entre ellas destacan el bisonte europeo, el lobo, el oso pardo, el lince boreal o el caballo de Przewalski, animales cuya supervivencia depende en gran medida de los esfuerzos de conservación que se llevan a cabo en parques como este.
Cada ejemplar que llega al parque tiene una historia detrás. Algunos proceden de centros de recuperación de fauna, otros han sido rescatados de situaciones de maltrato o abandono, y varios forman parte de programas europeos de conservación. En Lacuniacha, todos encuentran un entorno adaptado a sus necesidades, con amplios espacios naturales, atención veterinaria constante y condiciones que respetan su comportamiento natural.
Además, el parque colabora en la gestión de reservas genéticas que ayudan a mantener la diversidad de especies amenazadas, un aspecto crucial para su supervivencia futura. Estos programas garantizan la preservación de linajes genéticos valiosos, evitando la pérdida de variabilidad biológica que puede poner en riesgo la recuperación de las poblaciones.
Programas de conservación y colaboración internacional
Lacuniacha participa activamente en programas europeos de conservación de especies (EEP), que coordinan esfuerzos entre zoológicos, reservas y centros de fauna de todo el continente. Estos programas aseguran que la cría en cautividad y la gestión de las poblaciones se realicen de forma ética, científica y con un objetivo común: mantener la estabilidad genética y promover futuras reintroducciones en libertad cuando las condiciones lo permitan.
El bisonte europeo es uno de los mejores ejemplos de este trabajo colaborativo. Extinto en libertad en el siglo XX, su recuperación ha sido posible gracias a estos programas, en los que Lacuniacha contribuye manteniendo un grupo en semilibertad que forma parte de la red de conservación. Lo mismo ocurre con el caballo de Przewalski, el último caballo verdaderamente salvaje del mundo, que hoy puede verse en el parque como embajador de su especie.
Esta colaboración con entidades internacionales refuerza la función científica del parque, permitiendo compartir datos, intercambiar ejemplares y trabajar en proyectos comunes orientados a la protección de la fauna europea. De este modo, Lacuniacha trasciende su papel local y se integra en un movimiento global de defensa de la naturaleza.
Educación ambiental: la clave para la conservación
En Lacuniacha entendemos que la conservación no se logra solo con rescatar animales o proteger espacios, sino también educando y concienciando. Por eso, cada recorrido por el parque es una experiencia educativa que invita a reflexionar sobre la relación entre las personas y la naturaleza.
A través de paneles informativos, actividades escolares, visitas guiadas y la app interactiva Lacuniacha Twin, los visitantes aprenden sobre la fauna pirenaica, los ecosistemas que la sustentan y las amenazas que enfrentan las especies en peligro. La combinación de Realidad Aumentada y Realidad Virtual permite ver animales que ya no habitan en el parque, como el bucardo, y comprender cómo el cambio climático o la acción humana han afectado a su supervivencia.
De esta forma, la tecnología se convierte en una herramienta poderosa para la divulgación, especialmente entre los más jóvenes. Al conocer, entender y empatizar con los animales, los visitantes se transforman en aliados de la conservación, llevando consigo un mensaje de respeto hacia la biodiversidad.
Un compromiso con el futuro
El trabajo de Lacuniacha en la preservación de especies en peligro no se limita al presente. Con la creación de la Fundación Lacuniacha Pirineos, el parque impulsa proyectos educativos, científicos y medioambientales que refuerzan su compromiso a largo plazo. El objetivo es claro: destinar los recursos generados por el parque a acciones que ayuden a resolver problemas reales de conservación y sostenibilidad.
Esta visión de futuro incluye no solo la protección de animales emblemáticos, sino también la fauna silvestre no protegida oficialmente, como las especies cinegéticas, que también cumplen un papel vital en los ecosistemas. Al acogerlas y garantizar su bienestar, Lacuniacha amplía el concepto de conservación, demostrando que cada especie, grande o pequeña, es esencial en el equilibrio natural del Pirineo.
Preservar especies en peligro no es tarea fácil. Requiere compromiso, ciencia, educación y, sobre todo, empatía. En Lacuniacha trabajamos cada día para que la fauna del Pirineo siga siendo un tesoro vivo y no un recuerdo del pasado.
Cada visitante que camina por nuestros senderos, observa a nuestros animales y aprende sobre su historia, se convierte también en parte de este esfuerzo. Porque solo se protege lo que se ama, y solo se ama lo que se conoce.